Hasta hace poco las peluquerías se caracterizaban por
tapar las grandes cristaleras para que no se viera lo que pasaba en el interior, ¡error!. De esta forma
se desaprovecha el escaparate: una oportunidad sin igual para
atraer nueva clientela y crear imagen de marca. Pero, ¿cómo?.
En Beticolor te aconsejamos que apliques una dosis de creatividad, que impliques a todas las personas que trabajan en el salón y que sobre todo pongas muchas ganas e ilusión en ello.Lo mismo ocurre con los
expositores de producto o accesorios de peluquería en el interior del salón,
¡da vida a esas estanterías!
Veamos de forma resumida
qué se debe y qué no se debe hacer:
Malas prácticas
- Tapar con cortinas o cristales glaseados.
Que no parezca un
convento de clausura, que se vea la actividad interior, el típico bullicio alegre de cualquier salón.
- Poner los servicios y precios a tamaño gigante.
De hecho hay muchos
especialistas que consideran contraproducente colocar las tarifas en la cristalera de entrada ya que se entiende que
pones el acento en el precio y no en el servicio de calidad que prestas. Podrías entrar sin quererlo en una guerra de precios donde gana el que más devalúa la recompensa a sus servicios.
Si el caso es que lo mejor de tu peluquería son los precios (y no tanto el servicio), entonces adelante, ya que ése es tu punto fuerte.
Se trata de esos en el
escaparate o la estantería con los productos no cambian nunca. Se hizo el esfuerzo hace ya tiempo pero no se entendió que los
cambios y actualización es periódica, de lo contrario no hay efecto positivo. Algo que
no cambia no llama la atención, se acaba confundiendo con el paisaje general.
Buenas prácticas
- Buscar el impacto visual.
Que el escaparate llame la atención hace que
la gente se pare, mire y tenga presente tu negocio en su elección (es posible que sin ese escaparate no se hubiera percatado que ahí había una peluquería). Eso sí,
busca impacto visual pero siempre adaptado a tu tipo de negocio y clientela. Vamos, que destaque pero que no horrorice.
En las estanterías de producto también busca cierta creatividad. Sabemos que es más complicado pero siempre se puede hacer algo y, al menos,
mantén una buena disposición de los productos (
que se vean bien ayudará a la venta)
Seguro que
tu personal tiene grandes ideas (no hay que olvidar que la peluquería es una profesión creativa), implícales, solicita su opinión y
hazles partícipes de los cambios de escaparate. Seguro que te llevas grandes y agradables sorpresas. Además
si es tu personal el que se encarga de hacer los escaparates en los tiempos muertos te ahorras un dinerito en diseños de empresas especializadas.
Que no se eternice en el escaparate cada diseño. Todo tiene una fecha de caducidad y el escaparate también. Adáptalo a las fechas destacadas del año por ejemplo o a promociones especiales que realices en el salón. El número de cambios anuales dependerá de tus necesidades y de la disponibilidad que tengas. En principio
uno al mes sería genial pero si no puedes afrontar esa periodicidad intenta hacer algún cambio en el mismo que le de un toque de novedad sin necesidad de desmantelar el escaparate entero.
De igual forma,
los productos en venta deben cambiar a lo largo del año. Habrá
algunos que se puedan mantener los 12 meses pero hay muchos que se usan más en un determinado momento (mascarillas para proteger el cabello deberán tener una presencia especial cuando llegue el verano, por ejemplo). Además de en las
estanterías interiores,
es una buena idea introducirlos en la composición del escaparate.
- Orden, iluminación y limpieza.
Es algo obvio pero en el día a día a veces se nos escapa.
Tanto el escaparate como los expositores de producto debe estar en orden, bien iluminados y limpios (fuera polvo, por favor).
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